El Tesoro español emite deuda soberana que los inversores compran en los mercados, lo hace para financiar su déficit* o para
refinanciar la deuda de años anteriores.
Al emitir esa deuda lo hace con cierto descuento, es decir adquieres un bono y le prestas, por ejemplo, 975 EUR al estado y éste te devuelve 1.000 al cabo de, por ejemplo, 1 año. En concepto de intereses cobras 25 EUR, equivalente a un 2,56%, esto se denomina
rentabilidad implícita.
Durante la reciente crisis de deuda los inversores estaban dispuestos a desprenderse de sus bonos a un importe inferior, por ejemplo a 950 EUR haciendo aumentar la rentabilidad implícita de ese bono español a 1 año al 2,63%.
Cuando muchos inversores deciden vender a la vez, debido a las dudas generadas sobre la capacidad del estado español para devolver esa deuda**,
la rentabilidad implícita sube mucho (tal y como ha pasado recientemente). Y
las nuevas emisiones de deuda deben realizarse con mayor rentabilidad.
Al subir la rentabilidad implícita, el Tesoro debe pagar cada vez más intereses*** a los inversores y, entonces,
vuelven las dudas sobre la capacidad del Estado español para generar caja (V.g.
dado el bajo crecimiento para 2011) y devolver esa deuda. Es
un círculo vicioso, y se comienza a hablar de recurrir al Fondo de Estabilidad (
cuyos préstamos son a un tipo más bajo).
Si el Gobierno no afronta reformas que mejoren la confianza de los inversores (que estén dispuestos a pagar esos 950 EUR por el bono a 1 año) y
el ECB tampoco compra bonos, la rentabilidad implícita sube mucho**** y se hace insostenible para las arcas públicas.
Si se restablece esa confianza la rentabilidad, el diferencial con Alemania y los seguros de impago bajan, y el Tesoro español puede romper ese círculo vicioso y seguir financiándose en el mercado.
*Diferencia entre lo que ingresa (V.g. impuestos) y paga el estado (V.g. contraprestaciones sociales).
**Debido al bajo crecimiento, el elevado déficit, y a la posibilidad de que ese bono no se devuelva en su totalidad al vencimiento (final de ese plazo de 1 año) indicadas por Alemania e incluidas en el Mecanismo de Estabilidad Europea (ESM).
***La rentabilidad de la deuda emitida por bancos y empresas, cuyo negocio radica en España, también sube reduciendo sus beneficios.
**** Cuando la rentabilidad implícita sube lo suficiente, hasta un 4,50% (450 puntos básicos) por encima del bono alemán al mismo plazo, los mercados exigen más bonos españoles como colateral en las operaciones de financiación de los bancos.