El renminbi lleva desde julio de 2005 prácticamente a tipo fijo frente al dólar americano (USD), mientras el resto de divisas se han estado apreciando. Esto hace que los productos chinos sean más competitivos en el exterior e incrementa sus exportaciones. Explican la medida como un sistema de mitigación ante la crisis, creen que su tipo de cambio ha contribuido a la recuperación asiática, y por ende, a la global. Hay que tener en cuenta que el PIB chino crece mucho, en el último año desde finales del primer trimestre, a un ritmo del 11,9% y que para el conjunto del 2010 se prevé que lo haga al 9,9%.
La intención china es buscar equilibrar su balanza de pagos (=la diferencia entre las transacciones que realiza un país con el resto del mundo), que es abultadamente positiva (un 6,1% del PIB en 2009, se estima que un 4,1% en 2010) y evitar presiones inflacionistas. En mayo el IPC fue del 3,1%, sus tipos de interés a 3 meses están en el 2,36% y se financian con bonos a 10 años al 3,06%.
Desde Estados Unidos llevaban mucho tiempo reivindicando la apreciación del RMB (en inglés). Obama ha declarado que es un paso constructivo que contribuirá a la recuperación (en inglés), aunque los más críticos lo ven como una maniobra más para evitar presión internacional sobre su divisa antes de la cumbre del G20.