La disminución de los ingresos durante la recesión (dic/2007 a jun/2009) y durante la lenta recuperación económica, así cómo los incrementos del gasto para aliviar el crecimiento y salvar el sistema financiero, han deteriorado significativamente el equilibrio presupuestario* (web, inglés) en EEUU.
Mientras crezca la deuda, la economía de EEUU** tendrá mayores niveles de pagos por intereses propulsando aún más el déficit. La incapacidad de controlarlo y limitar la insostenible situación fiscal expone a EEUU a serios costes y riesgos económicos: limita el gasto de familias y la inversión de empresas***, reduce el empleo, a largo plazo sube los tipos de interés, reduce la productividad y restringe el crecimiento económico.
Las condiciones económicas actuales ofrecen pocas posibilidades de reducir el déficit. La promoción anticipada de la consolidación fiscal podría poner en riesgo la recuperación.
Sin embargo Bernanke defendió establecer un marco que limite con claridad el gasto federal con (1) normas presupuestarias (V.g. Unión Europea establece un déficit del 3% y una deuda/PIB menor al 60%), y (2) mejorar las reglas de pago compartido**** en los costes sanitarios (pay as you go) a largo plazo.
Los mercados no estarán dispuestos a prestar a un país cuya deuda crece indefinidamente, por lo que los ajustes fiscales deberán realizarse de forma progresiva, y en el largo plazo representan una oportunidad tanto por el lado de los impuestos como por el gasto.
Los inversores internacionales exigirán mayores intereses sobre la deuda, detrayendo recursos del país, vía pagos de intereses, para poder afrontar emergencias, recesiones, guerras o desastres naturales.
Mejorar el equilibrio presupuestario hoy contribuye a la estabilidad financiera, y a mejorar la perspectiva económica en el corto plazo.
*Los niveles de deuda sobre PIB han llegado a los niveles de después de la segunda guerra mundial.
**La deuda nacional de EEUU asciende a 13,6 T de USD (ver el reloj de deuda de EEUU).
*** Al reducir la confianza en las previsiones económicas a largo plazo y generando incertidumbres sobre impuestos futuros y el gasto gubernamental.
**** En EEUU, el número de trabajadores pagando impuestos aumenta a tasas menores que el de las personas que reciben beneficios del sistema. A medida que la población envejece los gastos sanitarios y las pensiones aumentan, disminuyendo las posibilidades de lograr un equilibrio presupuestario.